domingo, 18 de septiembre de 2016

La ejecución de las políticas públicas

La ejecución de las políticas comprende el conjunto de actividades y procesos que llevan a cabo las unidades administrativas para poner en práctica la decisión pública adoptada. La implementación de la política es, pues, la secuencia programada de acciones, dirigida a producir unos resultados definidos a partir de unos objetivos previos. En este sentido, la Teoría Clásica distingue dos modelos analíticos diferentes en el estudio de la ejecución de las políticas públicas. 
El primero de ellos, el modelo "Top-Down" (de arriba a abajo), considera que el éxito en la ejecución de una política depende de: la correcta formulación de los objetivos, pues si fortalecemos su coherencia en el diseño aseguramos su cumplimiento efectivo; los recursos que se dediquen a ella, sobre todo en lo relativo a la información disponible y a la profesionalidad de los empleados que van a implementarlas; de la comunicación interadministrativa y de la capacidad de controlar el proceso; y del ambiente exterior, referido a los intereses afectados que quedan satisfechos, a la percepción ciudadana sobre el servicio que recibe, etc. En este enfoque, lo importante es la relación de jerarquía que subsiste en las organizaciones y, por tanto, puede ser un enfoque válido para implementar políticas de tipo regulatorio, pues éstas vienen de arriba e imponen  restricciones o limitaciones al comportamiento de los ciudadanos, pero que cuentan con el apoyo de éstos para regular su convivencia en sociedad.
El segundo de ellos, es el modelo "Botton-up" (de abajo hacia arriba), parte de una lógica más incremental que racionalista. De este modo, trata de analizar el impacto de la ejecución de las políticas, consecuencia de los programas de actuación que se llevan a cabo. Este enfoque resulta más coherente con la realidad ya que las políticas no tienen un principio y un fin delimitado, sino que están en un proceso constante de formulación, donde las decisiones nunca son definitivas y constantemente se reasignan medios y se proponen nuevos objetivos. Y esto se produce porque las acciones de gobierno necesitan recursos y éstos son ilimitados, porque se extienden en el tiempo y requieres una movilización constante de medios, porque continuamente se producen procesos de negociación y de influencia recíproca, etc.
Ambas propuestas teóricas encuentran serias limitaciones a la hora de plasmarlas en la realidad. Y cabe destacar que, para solventarlas y puesto que ahora cobra más protagonismo otra serie de actores políticos en el proceso, se están constituyendo redes de carácter multiforme, para implementar las políticas y los programas públicos. Hasta el punto en el que para cada una de ellas persiste una red específica de actuación, con capacidad de decisión y de movilización de recursos. Y esto porque no debemos olvidar la importancia que está adquiriendo el Tercer Sector en términos de PIB. 

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