jueves, 2 de mayo de 2013

Las redes sociales en política

El uso de las redes sociales provoca cambios en la esfera política, pues generan un alto nivel de conectividad interpersonal, favoreciendo el avance hacia formas de inteligencia colectiva que están cambiando el proceder de las instituciones político-administrativas. CALDERÓN, C., SEBASTIÁN, L. (2010) afirman que “a través de Internet y de la web social, es el ciudadano, el individuo, quien puede tomar el poder, organizarse, tejer redes sociales, construir las arquitecturas sociales efímeras necesarias para una reivindicación concreta, y desaparecer tras ello sin voluntad de permanencia y asimismo los gobiernos pueden cumplir con su deber de transparencia hacia la ciudadanía estableciendo canales abiertos de información, colaboración, participación y servicio al ciudadano”. 

En este mismo sentido, la Prof. PLAZA ROCA, A., señala que "las redes sociales están influyendo profundamente en la nueva comunicación política. Conocer los nuevos lenguajes y valores asociados a las redes sociales que están impregnando la sociedad y el sistema político son instrumentos que ayudarán al éxito del líder". 

Tal es la importancia que adquieren que las redes sociales constituyen un verdadero reto para los gobiernos, obligándoles a definir estrategias claras de comunicación 2.0 en sus organizaciones. Así, en España vemos cómo está aflorando la publicación de Guías de Usos y Estilos de Redes Sociales en su ámbito de actuación, com oes el caso de Cataluña o del País Vasco.

Existen múltiples ventajas del uso de las redes sociales en política, algunas de las cuales serían las siguientes:
  • Facilitan la comunicación bidireccional: LITCHMAN, B. señala que se ha pasado de un modelo de comunicación unidireccional a un modelo de comunicación bidireccional en el que lo importante no es solo lo que los líderes políticos nos dicen sino lo que ellos escuchan de los ciudadanos. La sociedad tiene en sus manos la capacidad de hacer llegar sus necesidades reales, con carácter inmediato, a sus representantes a través de canales sociales y, además, los políticos pueden segmentar su mensaje y responder con eficacia a estas necesidades concretas.
  • Si tú no hablas, hablan por ti”: UREÑA, D., advierte que es mejor que el político hable antes de que los demás digan lo que él no ha dicho previamente. La oportunidad de manifestar una idea, de dar una noticia, de proporcionar un dato relevante debe pertenecer al líder, anticipándose con ello a la reacción social.
  • Humanizan al político e identificarse con él: LAZA, R., afirma que las redes sociales acercan el representante político a la sociedad, haciendo que éste se muestre como un ciudadano más, con sus aficiones, su familia, sus fotos personales, sus vídeos, su música, etc. Este acercamiento incrementa la empatía del ciudadano con el líder y su identificación con el mismo.
  • Amplian la cobertura de la imagen del líder: como indica LAZA, R., hay que ir a buscar a los ciudadanos y no dejar que éstos te descubran a ti y para ello, las redes sociales, son idóneas porque permiten segmentar a la población, seleccionar los timelines, enlazar contenidos, etc.
  • Informan en tiempo real y de forma dinámica: los canales de comunicación 2.0 permiten ofrecer datos de manera instantánea, rápida y fácilmente, abaratando costes y gestionando con eficacia la información. Estos datos que ofrecen puede resultar útiles también a otras personas en la misma situación, ganando con su uso tiempo y recursos.
  • Redirigen a los usuarios hacia la web corporativa de las instituciones o hacia otro recurso definido que proporcione información tan fiable como la generada por los canales oficiales, para ampliar la información oficial.
  • Facilitan la creación de redes temáticas de usuarios que, a su vez, generan conocimientos fundamentales y complementarios que permiten que la organización conozca sus intereses y la información generada en estas redes y así poder tenerlos en cuenta, entre otras ventajas.


Sin embargo, también existen ciertos inconvenientes en el uso de las redes sociales en política. Por una parte, implica un gran esfuerzo para su mantenimiento. Tal y como expresa UREÑA, D., “Internet no es una moda”. El uso de redes sociales supone todo un cambio en la manera en que concebimos la política y es un cambio que va a permanecer en el tiempo a modo de tendencia natural. Por eso, se debe apostar por la permanencia y el desarrollo de las herramientas 2.0 de una forma clara, independientemente del signo político que esté en el poder, invirtiendo recursos y actualizando sus contenidos, de modo que éstas no supongan un fin en sí mismas sino el medio más favorable para acercar la política a los ciudadanos y conseguir desarrollar una democracia más deliberativa. Por otra parte, es necesario responsabilizarnos con todo lo que se denomina reputación virtual. La huella digital es algo con lo que los líderes deben contar a la hora de dotar de contenido a sus perfiles telemáticos. Aunque las redes sociales cumplen una función básica de proporcionar información actualizada de forma inmediata, no hay que olvidar que esta información va a permanecer en el tiempo y hay que tener memoria de lo que se ha introducido para no contradecirse y seguir una misma línea de contenidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario