"Los Secretos del Lenguaje Corporal" es un documental dedicado a la importancia de la comunicación no verbal de los políticos. En él, expertos en la materia analizan toda la información que transmite el cuerpo a través de gestos, posturas, miradas, posiciones. Se señala que el 93% de nuestra comunicación se produce a partir del lenguaje no verbal y que no solo hay que atender a lo que es obvio a simple vista sino que hay que profundizar en lo que no es tan claro o en lo que no se manifiesta en las actitudes de los políticos. En numerosas ocasiones, podemos aprender mucho si buscamos una respuesta normal a un comportamiento cotidiano y vemos si, comparativamente, éste se ha producido o no en el decisor político. Y tenemos que ser conscientes que nuestro cuerpo es el primero que habla, antes que las palabras, y cómo éste nunca miente mientras que el lenguaje verbal puede que sí lo haga.
El documental data el inicio de la preocupación de los políticos por su imagen pública en el conocido como "Gran Debate", el que enfrentó en los años sesenta a los candidatos R. Nixon y J. F. Kennedy en televisión por primera vez y en el que, pese a que el primero gozaba de cierta ventaja electoral, el segundo consiguió una amplia victoria en ese escenario mediático por saber explotar mejor su imagen. Así mismo, se reconce la importancia de tener una estrategia comunicativa perfectamente organizada y pensada y cómo el lenguaje corporal suele ser el elemento que refuerce el discurso hablado o sea el que provoque un fracaso en la emisión del mensaje.
Anécdotas curiosas ejemplificadas en escenarios reales con políticos democráticamente elegidos captan la atención del espectador. W. Clinton, M. Thatcher, R. Reagan, W. Putin o B. Obama son algunos de los personajes analizados. De ellos se estudia su movimiento corporal, la velocidad, la actividad, la forma de recibir a sus invitados, la formade dar la mano, la manera de ganar la posición más correcta, la colocación de los brazos y de las piernas, las señales que detectan angustia, mentira o innvención, el grado de simpatía, poder, atracción, motivación u honestidad, la adecuación o no entre el discurso y los gestos, la alineación de la mirada, de la cabeza y del cuello, las diferentes actitudes, la relación con los medios de comunicación, etc.
Una de las escenas que se analizan en el documental es aquella en la que el Presidente estadounidense R. Nixon compareció, en los años setenta, ante los medios de comunicación para dar explicaciones sobre el escándalo Watergate. Aunque aparentemente su discurso era seguro y convincente, los movimientos corporales le delataban. Su actitud defensiva, la forma de frotarse las manos, el sudor de su frente, su mirada eran síntomas suficientes para que los profesionales de la comunicación vieran en él falta de honestidad. Lo mismo ocurrió con la atleta Marion Jones cuando al principio se declaró públicamente inocente de los cargos imputados en consumo de sustancias no autorizadas en competición deportiva y, posteriormente al dictarse sentencia condenatoria, asumía íntegramente su culpabilidad. Sus gestos hablaban por sí solos antes y después.
En el documental también aparece otro dato curioso y es que los expertos consideran que entendemos hasta 3.000 expresiones de cara distintas pero que las llamadas "microexpresiones" y "puntos conflictivos" en el discurso son más difíciles de detectar. Así, el científico Paul Ekman llegó a identificar en sus investigaciones siete expresiones universales: tristeza, ira, miedo, felicidad, asco, desdén y sorpresa.
Lo que queda claro después de ver el documental es que el poder del mensaje que quieren transmitir los políticos reside, precisamente en la forma más que en el contenido y cómo es una clave de éxito en la comunicación aprender a proyectar una buena imagen sin que ésta sea excesivamente forzada.
Anécdotas curiosas ejemplificadas en escenarios reales con políticos democráticamente elegidos captan la atención del espectador. W. Clinton, M. Thatcher, R. Reagan, W. Putin o B. Obama son algunos de los personajes analizados. De ellos se estudia su movimiento corporal, la velocidad, la actividad, la forma de recibir a sus invitados, la formade dar la mano, la manera de ganar la posición más correcta, la colocación de los brazos y de las piernas, las señales que detectan angustia, mentira o innvención, el grado de simpatía, poder, atracción, motivación u honestidad, la adecuación o no entre el discurso y los gestos, la alineación de la mirada, de la cabeza y del cuello, las diferentes actitudes, la relación con los medios de comunicación, etc.
Una de las escenas que se analizan en el documental es aquella en la que el Presidente estadounidense R. Nixon compareció, en los años setenta, ante los medios de comunicación para dar explicaciones sobre el escándalo Watergate. Aunque aparentemente su discurso era seguro y convincente, los movimientos corporales le delataban. Su actitud defensiva, la forma de frotarse las manos, el sudor de su frente, su mirada eran síntomas suficientes para que los profesionales de la comunicación vieran en él falta de honestidad. Lo mismo ocurrió con la atleta Marion Jones cuando al principio se declaró públicamente inocente de los cargos imputados en consumo de sustancias no autorizadas en competición deportiva y, posteriormente al dictarse sentencia condenatoria, asumía íntegramente su culpabilidad. Sus gestos hablaban por sí solos antes y después.
En el documental también aparece otro dato curioso y es que los expertos consideran que entendemos hasta 3.000 expresiones de cara distintas pero que las llamadas "microexpresiones" y "puntos conflictivos" en el discurso son más difíciles de detectar. Así, el científico Paul Ekman llegó a identificar en sus investigaciones siete expresiones universales: tristeza, ira, miedo, felicidad, asco, desdén y sorpresa.
Lo que queda claro después de ver el documental es que el poder del mensaje que quieren transmitir los políticos reside, precisamente en la forma más que en el contenido y cómo es una clave de éxito en la comunicación aprender a proyectar una buena imagen sin que ésta sea excesivamente forzada.
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