sábado, 29 de diciembre de 2012

"¿Por qué luchamos?"

Para un racionalista no hay lugar para "lo mejor dentro de las cicunstancias", sino solo un lugar para "lo mejor" porque la función de la razón es precisamente la superación de las circunstancias". OAKESHOTT, M.
 
"¿Por qué luchamos? es una serie de siete documentales encargados por los Estados Unidos de América durante la II Guerra Mudial como modo de instrucción a sus soldados para despertar en ellos su intervención armada en Europa.  Una intervención necesaria para sostener la amenazada integridad del hombre libre en cualquier parte del mundodemostrando que la democracia sí tiene convicciones por las que el pueblo estuviera dispuesto a arriesgar su vida. La ruptura con la libertad -base del sistema político norteamericano-, era motivo suficiente para emprender una guerra que justificara el fin a los medios, una guerra que comenzó con pequeñas batallas diplomáticas que ni siquiera honorables políticos ni afamadas instituciones de orden internacional supieron aplacar.

El poder desmedido surge, según ROUSSEAU, J. .J. cuando "para descubrir las mejores reglas sociales fuera preciso una inteligencia superior capaz de penetrar todas las pasiones humanas sin experimentar alguna; que conociese a fondo nuestra naturaleza sin tener relación alguna con ella; cuya felicidad fuese independiente de nosotros y por lo tanto desease ocuparse de la nuestra". Hitler supo aplicar una racionalidad perfecta a su acción política. Empezó por sabotear al enemigo desde el interior a través de manifestaciones subersivas, mostrándose implacable con todo cuanto no fuera afín a su causa, disuadiendo la legalidad vigente del momento y, lo más significativo, impidiendo que el pueblo pensara.

La racionalidad desmedida, desarraiga de hábitos y costumbre y sin más pretensión que lograr la perfección en sí misma sin medir costes y riesgos, llevó al nacismo alemán a querer conquistar el mundo. Esta dominación carismática surg a modo de entusiasmo y esperanza para lograr que el pueblo alemán saliera de la grave crisis económica y social en la que se encontraba pero lo cierto es que va más allá de eso. No era encontrar una salida dentro de un escenario adverso, no se trataba de buscar lo menos malo dentro de las circunstancias del país sino que se trataba de una auténtica búsqueda de indentidad, de ruptura manifiesta con todo lo que caracterizada al Estado hasta ese momento, de un camino emprendido hacia lo mejor entendido por un fanático líder, de un proyecto civilizador global, de un cambio profundo del orden social.

Los dcumentales amplían estas ideas y explican con mucho acierto qué instrumento utilizó Hitler para conseguir sus fines y fue la geopolítica. Gran conocedor de las tácticas militares y reconociendo la importancia que tiene la mano de obra y las materias primas en el desarrollo de un país, el dictador basó su estrategia en la conquista de los recursos naturales de sus enemigos y en la posición territorial que éstos ocupaban para asegurarse victorias en el frente.

En realidad, la ambición personal por la perfección para un racionalista se desmantela en su aplicación social, en el error de la experiencia humana con el que somos capaces de seguir creciendo y con el que volvemos a componer el puzzle de la vida. Porque, en palabras del propio OAKESHOTT, M. "mientras que el racionalista sabe que es una victoria, su oponente no la reconoce como una derrota".
 

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