jueves, 24 de julio de 2014

Innovar con liderazgo, profesionalidad y transparencia.


¿Cuáles son los retos de las políticas sociales contemporáneas? Si el tránsito hacia nuevas realidades implica, más que reformar o modernizar, innovar. Por innovar entendemos algo más que incorporar mejoras conyunturales, aisladas y cortoplacistas a las instituciones. Innovar supone ir más allá de eso, pues requiere introducir transformaciones políticas y administrativas cualificadas y novedosas. Esta tarea, a su vez, recae en tres actores básicos de cualquier sistema social, quienes participan, a su vez, en el proceso de definición, diseño, implementación y evaluación de las políticas sociales: los decisores políticos, los empleados públicos y, sobre todo, los ciudadanos.  

El principal reto de las políticas sociales para los decisores políticos reside en su capacidad para ejercer un liderazgo participativo, una dirección incluyente, una planificación estratégica de las mismas. Al respecto, el Profesor Canales señala la gran labor que las Escuelas de Gobierno están desempeñando en muchos países de América Latina, a modo de respuesta institucional para la “capacitación simultánea (materias comunes) y a la vez especializada de líderes políticos y de líderes administrativos o directivos públicos”. 

El principal reto de las políticas sociales para los empleados público reside en el grado de profesionalidad con que ejercen sus actividades. La profesionalidad, entendida como la cualidad de la persona que ejerce su actividad con relevante capacidad y aplicación, con competencia, responsabilidad, seriedad, honradez y eficacia, debe ser un atributo básico de quien desempeñe funciones públicas, de quien implemente políticas sociales. A su vez, el mérito (como cualidad digna de aprecio en alguien) y la capacidad (como el talento para el desempeño), son dos valores destacables de todo trabajador, que aumentan la profesionalidad del mismo. 

El principal reto de las políticas sociales para los ciudadanos reside en ejercer su participación en los procesos de definición, implantación y control de las mismas, para lo cual se requiere plena transparencia en los procesos llevados a cabo en las instituciones político-administrativas y amplio acceso a la información pública para cualificar sus intervenciones. Canales afirma así que “democracia política fuerte, deliberativa, participativa y transparente; y no intervenida ni oligárquica” es la clave para innovar las políticas sociales y con ello, renovar el Estado Providencia.

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