viernes, 30 de mayo de 2014

La Democracia Deliberativa de Habermas

Jürgen Habermas, filósofo y sociólogo alemán, es uno de los teóricos más influyentes en el pensamiento político contemporáneo. Una de las aportaciones más notorias que ha llevado a cabo para las ciencias sociales ha sido el desarrollo de la Democracia Deliberativa, como una respuesta idónea con la que superar los desafíos a los que se enfrentan los Estados de Bienestar. 

Estos desafíos vienen determinados, en su vertiente interna, por el multiculturalismo y la heterogeneidad social, con la afluencia de grupos de ciudadanos que reclaman un reconocimiento de derechos específicos para su situación y la garantía absoluta de la igualdad de condiciones normativas respecto del resto. En la vertiente externa, las grandes transformaciones del Estado ponen en tela de juicio los pilares fundamentales sobre los que se asientan los pueblos, en lo que puede resumirse como fenómeno globalizador. 
  
De este modo, la Democracia Deliberativa expuesta por Habermas es una forma de gobierno que aspira a convertirse en modelo normativo, comunicativo y procedimental de la política contemporánea que, sin renunciar a la construcción racional del mundo humano de manera autónoma y reflexiva, supera y mejora los planteamientos liberales y republicanos válidos hasta el momento. En el modelo confluyen cuatro elementos conceptuales básicos como son ciudadanía, opinión pública, participación política y Derecho y las características esenciales del modelo de democracia propuesto por el citado folósofo son las siguientes:




1) El orden político se legitima por los ciudadanos, no en la mayoría, sino en la argumentación. No es tan importante llegar a aprobar decisiones generalizables, sino que lo verdaderamente importante es la voluntad que se genera en ese proceso, la puesta en común de libertades individuales que se traducen en bienes colectivos y dotan de sentido y significación a la democracia. Como apunta Cortina, es superar la identificación de nuestro sistema de gobierno en la regla de las mayorías sino en cómo se han constituido las mismas.

2) No comparte los postulados de las teorías elitistas, pues rompen con la esencial de la democracia. Es preferible retrasar los procesos decisorios si con ello se consigue la implicación de todos los ciudadanos y la inclusión de todos los posibles intereses en juego. Esto también puede facilitar su puesta en práctica y el éxito de los resultados que se alcancen.

3) Se basa en la acción comunicativa permanente, pues entiende que el conocimiento es provisorio, imperfecto, perfectible y modificable. No existen ni verdades absolutas ni acciones integrales. Según este argumento, la democracia deliberativa es un proceso continuo de inteligencia colectiva, de aprendizaje multidisciplinar.

4) Se basa en la búsqueda de consensos, con participación ciudadana simétrica, hacia intereses universales. Deben participar todos, en igualdad de condiciones y construir juntos metas colectivas comunes.

5) Apuesta por una participación política amplia, permanente e institucionalizada. Es la base fundamental de la democracia deliberativa. Las instituciones deben facilitar dicha participación, creando mecanismos estables para captar las preferencias ciudadanas.

6) Fomenta la democratización de los procesos de toma de decisiones públicas. 

Ahora bien, si hemos dicho que la Democracia Deliberativa se basa en una participación estable, institucionalizada, en la que todos puedan dar su opinión, garantizado que dicha participación sea simétrica, y que no se base en teorías elitistas, ¿qué lugar ocupan los movimientos sociales y grupos de interés en este modelo? ¿Cómo convertir sus intereses individuales e acciones universales? CORTINA nos advierte del peligro que surge en la confusión de conceptos como pueblo y masa. Mientras que la masa la constituye un conjunto de individuos que se mueven por intereses temporales a los que les unen lazos débiles y son fácilmente manipulables, el pueblo lo constituye un conjunto de ciudadanos que se mueve por intereses permanentes a los que les unen lazos fuertes y no son tan manipulables. ¿Acaso los grupos de interés no consideran a los ciudadanos masa? ¿Se rompe con ello a Democracia Deliberativa?

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