Oráculo Manual y Arte de Prudencia (1647) es una de las obras más destacadas de BALTASAR GRACIÁN en la que el autor utiliza trecientos aforismos que, a modo de sentencias breves de carácter doctrinal, intentan guiar el comportamiento del ser humano en una sociedad cada vez más compleja. De vigente actualidad en nuestros días, esta obra encierra también las pautas más aconsejables que deben cumplir los líderes sociales para conseguir suscitar entre sus seguidores valores de compromiso, responsabilidad y eficacia.
REJAI, M. y PHILLIPS, K. (1997), definen liderazgo como un conjunto de “experiencias de la vida que proporcionan a un individuo una visión y unas metas, le dotan con la habilidad para articular ambas, y de elasticidad suficiente como para atraer a un grupo significativo de seguidores con el objeto de alcanzar unos objetivos valiosos, tanto para él mismo como para ellos”.
Partiendo de la definición anterior, el líder contemporáneo debe poseer algunas de las características que se desarrollan a continuación y que se recogen, de manera más extensa, en los aforismos de BALTASAR GRACIÁN:
Quizás, los líderes contemporáneos deban ser innovadores, proactivos con las realidades de mañana y con el compromiso vital futuro, manteniéndose abiertos a las nuevas ideas, técnicas y visiones para enriquecerse a ellos mismos, para hacerse en comunidad, para ser un ejemplo a seguir. Pero a lo que nunca deben renunciar es al respeto por él mismo y el respeto por los demás.
Un líder consumado pero en continuo aprendizaje, intuitivo, cabal, comprensible, reflexivo, íntegro, sociable, previsor, prudente, considerado, perspicaz, honesto y discreto son algunas de las competencias esenciales que pueden asegurar su mandato efectivo, que aseguren la construcción y el sucesivo tránsito por el puente comunal, pues en palabras de SEYMOUR, J., “compartir es establecer un puente mediante la sintonía y el respeto (…); el liderazgo no funcionará sin sintonía. No se puede guiar a alguien por un puente si antes no lo ha construido”.
REJAI, M. y PHILLIPS, K. (1997), definen liderazgo como un conjunto de “experiencias de la vida que proporcionan a un individuo una visión y unas metas, le dotan con la habilidad para articular ambas, y de elasticidad suficiente como para atraer a un grupo significativo de seguidores con el objeto de alcanzar unos objetivos valiosos, tanto para él mismo como para ellos”.
Partiendo de la definición anterior, el líder contemporáneo debe poseer algunas de las características que se desarrollan a continuación y que se recogen, de manera más extensa, en los aforismos de BALTASAR GRACIÁN:
- Aforismo 6. Hombre en su punto. CONSUMADO. Un líder no se nace, se hace a sí mismo y se construye en la sociedad en la que habita.
- Aforismo 25. Buen entendedor. INTUITIVO. El líder debe ser capaz de deducir las intenciones del resto antes incluso de que hablen por sí solas las verdades de los hechos.
- Aforismo 50. Nunca perderse el respeto a sí mismo. CABAL. Un líder debe otorgar severidad a su dictamen personal, ser juicioso en proceder, atendiendo a sus convicciones personales pero sin perder nunca la perspectiva general.
- Aforismo 68. Dar entendimiento. COMPRENSIBLE. Es importante que el líder sepa explicar a los demás sus intenciones y se muestre receptivo con las del resto, que se preocupe por cómo llega el mensaje a sus seguidores y cómo se elabora a nivel interno. Si sabe explicar su programa, ya tiene gran parte de su mandato asegurado.
- Aforismo 89. Comprehensión de sí. REFLEXIVO. Un líder debe actuar con mesura, ponderación y fidelidad a uno mismo, buscando siempre perfección en su construcción diaria.
- Aforismo 121. No hacer negocio del no negocio. ÍNTEGRO. Un líder no debe dar importancia a lo que no la tiene y centrarse en lo verdaderamente trascendental, sin sacar provecho de las adversidades y con compromiso ético
- Aforismo 133. Antes loco con todos que cuerdo a solas. SOCIABLE. El líder tiene que impregnarse de la realidad, de los problemas que afectan a los ciudadanos y tomar decisiones apoyado por otros, delegando si es preciso y, sobre todo, responsabilizándose de sus dictámenes.
- Aforismo 151. Pensar anticipado. PREVISOR. Un líder tiene que aprender a pensar a largo plazo y no actuar solo pensando en el presente. Debe ser responsable del devenir de los acontecimientos y prevenir que éstos se desarrollen en contra de las voluntades mayoritarias, debe tener visión y saber analizar fenómenos, distinguiendo lo esencial de lo adjetivo
- Aforismo 181. Sin mentir, no decir todas las verdades. PRUDENTE. El líder debe aprender a decir las verdades cuando esto sea conveniente y a callarlas sin mentir si es la mejor opción.
- Aforismo 195. Saber estimar. CONSIDERADO. Un líder debe sacar lo mejor de uno mismo y de los demás y saber reconocer las debilidades para superarlas, dar a cada cual su valor, motivar, establecer incentivos selectivos positivos, reconocer el esfuerzo y el tesón y saber recompensar.
- Aforismo 230. Abrir los ojos con tiempo. PERSPICAZ. El líder debe actuar midiendo el momento exacto para hacerlo y pronosticando con anticipación las situaciones a las que se enfrenta.
- Aforismo 261. No proseguir la necedad. HONESTO. El líder no tiene que obstinarse en los desaciertos y debe asumir responsabilidades. Puede que a veces se equivoquen y es necesario reconocerlo para poder enmendar la situación y seguir aprendiendo. Su franqueza, lejos de ser una debilidad, es un valor en alza.
- Aforismo 278. Huir la nota en todo. DISCRETO. Como señala LAO TSÉ, “un líder es mejor cuando la gente apenas sabe que existe. Cuando su trabajo esté hecho, su objetivo cumplido, ellos dirán: nosotros mismos lo hicimos”.
Quizás, los líderes contemporáneos deban ser innovadores, proactivos con las realidades de mañana y con el compromiso vital futuro, manteniéndose abiertos a las nuevas ideas, técnicas y visiones para enriquecerse a ellos mismos, para hacerse en comunidad, para ser un ejemplo a seguir. Pero a lo que nunca deben renunciar es al respeto por él mismo y el respeto por los demás.
Un líder consumado pero en continuo aprendizaje, intuitivo, cabal, comprensible, reflexivo, íntegro, sociable, previsor, prudente, considerado, perspicaz, honesto y discreto son algunas de las competencias esenciales que pueden asegurar su mandato efectivo, que aseguren la construcción y el sucesivo tránsito por el puente comunal, pues en palabras de SEYMOUR, J., “compartir es establecer un puente mediante la sintonía y el respeto (…); el liderazgo no funcionará sin sintonía. No se puede guiar a alguien por un puente si antes no lo ha construido”.
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