jueves, 14 de marzo de 2013

La democracia interna en Izquieda Unida

Tanto el artículo 6 de la Constitución Española como los artículos 6 y 7 de la Ley Orgánica 6/2002, de 27 de Junio de Partidos Políticos, establecen la obligatoriedad para que estas organizaciones se ajusten a principios democráticos en lo referido a su estructura interna, funcionamiento y actividad. 

Los partidos políticos se han convertido en los actores fundamentales de las democracias avanzadas. Tal es su influencia e impronta social que MALAMUD, A. (2002), afirma que "si es cierto el apotegma de que no existe en el mundo democracias sin partidos, también podría afirmarse uno de sus corolarios: que la calidad de la democracia depende de la calidad con que sus partidos representan, reclutan y gobiernan".
 
Siendo así, ¿qué se entiende por principios democráticos? ¿Qué quiere expresarse cuando se habla de democracia interna en los partidos políticos? Tal y como recoge SÁNCHEZ MEDERO, G. (2011), la democracia interna apunta al "quién y cómo se accede y se ejerce el poder en el interior de los partidos" y que ello, además de depender de diversos factores que se van a analizar a continuacióndepende de cada momento, de las circunstancias concretas por las que atraviesa la organización.

Partiendo de la Ley Orgánica citada con anterioridad, podemos señalar los tres parámetros que pueden ayudarnos a establecer el nivel de democracia interna de un partido político: 1) PARTICIPACIÓN, al analizar quién es, dentro del partido, quien se encarga de formular las políticas, de elaborar los programas electorales o de conectar a la organización con la opinión pública; 2) SELECCIÓN, al investigar sobre quién y cómo se elaboran las listas electorales dentro del partido y cómo se lleva a cabo la elección del dirigente de la formación; y 3) CONTROL, para determinar cuál es el régimen disciplinario del partido y qué mecanismos para rendir cuentas se establecen en la normativa de organización interna del mismo.

Aplicando los parámetros definidos anteriormente al caso concreto de democracia interna en  Izquierda Unida, es necesario basar el análisis teniendo en cuenta la literalidad de sus Estatutos, aprobados en la X Asamblea General del Partido, celebrada en Diciembre de 2012.

La PARTICIPACIÓN en Izquierda Unida toca de raiz con los principios de Pluralismo y de Elaboración Colectiva recogidos en sus Estatutos, pues son una apuesta decidida para introducir más democracia interna dentro del partido. El primer principio es básico en una organización política tan compleja como es Izquierda Unida y en la que cohabitan agrupaciones tan diversas con la finalidad de buscar, dentro de esas diferencias secundarias, un programa de medidas comunes que las unan a todas ellas y que las hagan tener voz y voto dentro de una estructura compartida; el segundo principio -la elaboración colectiva-, pretende conectar al partido con el tejido social para captar de él su demanda y mejorar la capacidad participaciva de sus miembros y del resto de ciudadanos dentro de la esfera política. Otros principios estrechamente relacionados con esta parámetro son el de participación de los jóvenes, el de diversidad social o el de equilibrio de sexos.

Las posibilidades de participación en el partido las tienen, fundamentalmente, sus afiliados así como tambien una serie de derechos -entre los que caben destacar los de control y los de información- y deberes -derivados de su condición de afiliación al partido y no excesivamente rígidos aunque sí sometidos a una fiscalización taxada con cierto detalle-. A su vez, se permiten las corientes de opinión, de carácter temporal o permanente, si éstas son informadas a la organización y aprobadas por ella tanto en su constitución como en su disolución.


Al hablar de SELECCIÓN, es preciso señalar cuáles son los órganos directivos del partido y las competencias electorales que tiene cada uno de ellos. La Asamblea Federal es la estructura básica de la organización, donde cada persona participa individualmente con su voz y su voto y en la que se estructuran las federaciones y organizaciones federadas del partido. La Asamblea se encarga de elegir al 70% de los miembros del Consejo Político Federal, siendo éste el máximo órgano de gobierno del partido entre Asambleas. Este Consejo elige, a su vez, las candidaturas a la Presidencia del Gobierno y a las elecciones europeas. La Presidencia Federal es el máximo órgano ejecutivo, de carácter permanente, del partido, compuesto por los coordinadores federales reunidos en Comisión y apoyada por la Comisión Ejecutiva Federal. Ésta última es el órgano de dirección y funcionamiento diario de organización.

Como datos a destacar, Izquierda Unida aboga por las candiddaturas de consenso permite que se realicen Asambleas Federales abiertas, en las que pueden participar tanto afiliados como simpatizantes y miembros de otras organizaciones sociales, vecinales, sindicales, etc. para debatir sobre las líneas estratégicas de actuación del partido. Además, los Estatutos establecen un procedimiento específico para la elaboración de candidaturas de los cargos internos de la organización. 

Por último, el CONTROL es un aspecto recogido en la normativa interna, que se desarrolla a través de dos órganos fundamentales: la Comisión Federal de Arbitraje y Garantías Democráticas y la Comisión Federal de Control Financiero. La Comisión de Arbitraje revisa las resoluciones aprobadas por las Comisiones de Garantías Federales y tramita los expedientes. La Comisión de Control Financiero fiscaliza los gastos y los ingresos de la organización. 

Ahondando en algo más que lo meramente orgánico, también es reseñable que Izquierda Unida establezca un Estatuto de Cargo Público para los dirigentes de la organización con representación en las instituciones, para que éstos apliquen coherentemente el programa electoral del partido tanto si están en el gobierno como si están en la oposición. A su vez, se establece como criterio de obligado cumplimiento que las personas que ostentan responsabilidades políticas y organizativas dentro de Izquierda Unida no puedan permanecer en el mismo órgano, cargo o responsabilidad, de manera continuada, más de ocho años.

En conclusión,
¿cómo puede mejorarse el nivel de democracia interna en los partidos políticos y, por ende, también el de Izquierda Unida? FREIDENBERG, F. (2006) señala tres medidas de mejora, las cuales sintonizan muy bien con los parámetros analizados anteriormente: "mayor transparencia de sus gestiones, no solo de derecho sino también de hecho; profesionalización de los políticos, fortalecimiento de los mecanismos de fiscalización de sus actividades",y, añadiendo una última medida, conseguir que se elaboren unas listas electorales con mayor transparencia y apertura para los militantes.

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