lunes, 28 de enero de 2013

Proporción orgánica del Servicio de Urgencia Hospitalaria

El artículo 43 de la Constitución Española de 1978 reconoce el derecho a la protección de la salud y obliga a los poderes públicos a organizarla, tutelarla y prestar los servicios necesarios para tal fin. Además, el artículo 148.1.21º del citado Texto Constitucional, establece que dicha competencia debe ser asumida por las Comunidades Autónomas. La salud es uno de los temas que más preocupan al ciudadano ya que, según las estadísticas elaboradas por la OECD, la sociedad exige mantener la sanidad como prioridad absoluta de nuestro Estado de Bienestar. Para ello, se destina cerca del 9,5% del total del PIB español para esta política pública.

Por otro lado, la Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad, regula los principios básicos que debe cumplir el Sistema Sanitario Público -como son solidaridad, universalidad, equidad o accesibilidad- y, a su vez, reconoce en su artículo 86 que "el ejercicio de la labor del personal sanitario deberá organizarse de forma que se estimule en los mismos la valoración del Estado de salud de la población y se disminuyan las necesidades de atenciones reparadoras de la enfermedad".

Centrando el análisis en una unidad concreta de la rama sanitaria cual es el Servicio de Urgencia Hospitalaria (SUH) y en un área de salud específica como es la de Burgos, podemos aproximarnos a algunos de los problemas específicos que se derivan de una desproporción orgánica de la unidad y de otras causas relacionadas con el desempeño de sus empleados públicos. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define urgencia como "la aparición de un problema de etiología diversa y gravedad variable que genera la vivencia de necesidad inmediata de atención en el propio paciente, en su familia o en quienquiera que asuma la responsabilidad”. El surgimiento de esta necesidad inmediata y el hecho de que la misma pueda deberse a una causa objetiva o subjetiva del propio paciente, genera de por sí una dificultad a la hora de preveer cuáles van a ser los recursos humanos precisos para cubrir el Servicio básico. 

Por lo pronto, conviene señalar que, según datos extraídos del INE, España cuenta con una media de 3,7 médicos por cada mil habitantes, cifra ésta bastante aproximada a la que tienen el resto de países de la Unión Europea pero con la diferencias de que estos médicos están mal repartidos a lo largo del territorio nacional. Sin embargo, a la hora de analizar la proporción orgánica del Servicio de Urgencia Hospitalario en Burgos, la cifra de partida no nos sirve precisamente por el rápido y constante personal que requiere dicha unidad para llevar a cabo el trabajo.  

Manejando cifras aproximativas, podemos señalar que el SUH de Burgos:
  • Atiende a una media de 400 pacientes diarios, siendo por la tarde cuando más afluencia existe.
  • Las jornadas de trabajo se establecen en turnos de mañana, de tarde y de guardia, requiriendo un mínimo de 6 médicos en el servicio por la mañana y 5 por la tarde -además de 1 médico en exclusiva para atender las urgencias pediátricas-.
  • Conviven la parte médica con la parte administrativa, contando el servicio en este último sentido con una media de 10 auxiliares y 10 celadores para repartirse en los turnos correspondientes.

¿Qué media de empleados públicos sanitarios sería conveniente alcanzar en cada turno para cumplir con integridad las urgencias médicas? Los datos recopilados permiten ser optimistas con la cobertura del Servicio. Además, hay que tener en cuenta que el SUH ha sido recientemente mejorado tras la apertura del nuevo Hospital Universitario de Burgos a mediados de 2012 y su traslado al mismo. Sin embargo y pese al esfuerzo humano de que dispone el Servicio y a la ubicación y tecnología moderna de sus instalaciones, vemos cómo el SUH no parece satisfacer plenamente las necesidades de los ciudadanos y se muestra cada vez más ineficaz en un mundo sometido a continuo cambio.  

Más allá de la estructura orgánica del Servicio y de la convivencia equilibrada de las dos áreas que participan en el mismo -la médica y la administrativa-, considero que existen otros factores pueden condicionar la proporción de medios humanos del SUH, como son los siguientes: 
  • El aumento de la esperanza de vida de los ciudadanos: esto conlleva a un envejecimiento prolongado, con el consiguiente incremento de los sectores poblacionales donde son más elevadas las prevalencias de enfermedades que producen descompensaciones agudas y precisan atención urgente.
  • Los cambios en los patrones de mortalidad: con nuevos procesos clínicos y en edades más tempranas, la inmediatez asistencial cobra especial relevancia.
  • La falta de educación sanitaria: las personas que utilizan el SUH lo hacen muchas veces sustituyendo a los servicios de atención primaria, lo que genera implicaciones en la calidad de la asistencia, como la pérdida de la continuidad asistencial o del seguimiento de los tratamientos y fallos en la prestación de servicios preventivos y de promoción de la salud.
  • Debido a la gran demanda del Servicio, el personal no resulta suficiente para cubrir las entradas en urgencias y está sometido a mucha presión laboral.

Por tanto, considero que es muy difícil planificar la proporción orgánica de un Servicio de Urgencia Hospitalario, no tanto por la necesidad de personal que se requiera sino por el uso que se haga del Servicio por parte del ciudadano en una sociedad de continuo cambio y adaptación. Hay que fortalecer una cultura sanitaria que refuerce el papel del profesional de atención primaria, que delimite objetivamente la urgencia hospitalaria y que dinamice la atención especializada para disminuir las listas de espera.

4 comentarios:

  1. Querida Marta, siento no haber respondido antes a tu comentario sobre SUH. En lo referente a tu exposición sobre el problema de la saturación de hospitalaria o, como tú lo expones, falta de personal a cargo del Servicio de Urgencia Hospitalaria, muestras una serie de indicadores que, estoy de acuerdo contigo, hacen deficiente el SUH.
    Por mi parte, considero que la característica principal de la demanda de urgencias hospitalarias es la atención no programada creada por diferentes necesidades asistenciales y que requiere que eses servicio esté dotado de los materiales y recursos humano necesarios para la prestación con garantías de dicho servicio.
    A continuación te detallo una serie de causas que, tras algunas consultas a profesionales sanitarios, consideran que son el motivo de saturación en el SUH:
    - Atención de patologías no urgentes
    - Pacientes ancianos con pluripatologías
    - Factores estacionales, como la gripe, alergias…
    - Personal insuficiente o sin preparación (contratados, desplazados de otros servicios…)
    - Falta de camas para el ingreso en el hospital
    - Retraso en el ingreso
    A juicio de estos profesionales, la saturación de este servicio conlleva sobrecarga en el trabajo del personal, retraso en los diagnósticos, menor calidad en el servicio.
    Otros de los aspectos que demandan es una especialización médica del servicio de urgencias.
    Por último, estar contigo en poder planificar los recursos humanos que se necesitarían para cubrir un servcio de urgencia, pero creo que es muy importante la educación ciudadana en lo que respeta a lo sanitario. Por parte de la Administración debería escuchar a los profesionales y poner los medios necesarios para alcanzar un estado del bienestar que demanda la sociedad.

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    1. Estimado Jesús:

      Infinitas gracias por tu tan documentado comentario compañero. Coincido contigo, sobre todo, cuando destacas la importancia que tiene la educación sanitaria ciudadana.

      Teniendo en cuenta que las decisiones en este servicio deben ser tomadas considerando -sobre todo- el criterio del equipo médico, quizás debiéramos analizar otro factor en este sentido, cual es la propia cualificación profesional de los gestores sanitarios pues, lejos de tener una preparación específica en la materia -en asuntos tales como planificación, gestión estratégica, organización, recursos humanos, etc-, éstos muchas veces provienen del ámbito de la medicina y ni saben ni tienen por qué saber más allá de lo que requiere su profesión.

      Además, el que los médicos ejerzan labores de gestión organizativa no solo afecta al correcto funcionamiento del servicio sino también a la neutralidad y objetividad que se debe exigir a todo empleado público.

      Un saludo.

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    2. Buenas noche, Marta:

      Estoy contigo en cuanto que la gestión de la salud de la ciudadanía no debería estar en manos de facultativos, personal no cualificado en este ámbito. El problema surge cuando la gestión la llevan economístas que valoran más el presupuesto que la salud, como podríamos decir que está pasando ahora en algunos lugares.
      La solución, a mi juicio, podría estar en el "medio", es decir, en un economista o gestor público y en un médico. Estas dos figuras podrían ser el tanden que puderan, velar por el ahorrro y por la salud.

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  2. Completamente de acuerdo contigo Jesús, se necesita la colaboración de ambos -equipo médico y técnicos profesionales- para conseguir una gestión sanitaria que, en primer término, sea valedora de lo público y, en segundo término, eficaz.

    Un saludo

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