lunes, 23 de noviembre de 2015

Vencer o convencer

"Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta; pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta: razón y derecho en la lucha".

Miguel de Unamuno, 12 de Octubre de 1936.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Máster en Diseño, Gestión y Evaluación de Políticas y Proyectos Públicos



Con este Máster, la Universidad de Alicante, a través del Área de Ciencia Política y de la Administración (Departamento de Estudios Jurídicos y del Estado), pretende continuar con su contribución a los procesos de modernización y fortalecimiento institucional de los gobiernos e instituciones públicas, mediante la difusión del conocimiento y de las técnicas más adecuadas.


El Máster aporta nuevos conocimientos a los tomadores de decisiones para que puedan mejorar el desempeño de la gestión pública. Concretamente, ofrece los instrumentos clave para evaluar las políticas y los proyectos públicos, la eficiencia y eficacia en el uso de los recursos y la calidad de la prestación de los servicios al ciudadano.

Para llevar a cabo una correcta evaluación de los proyectos y políticas desarrolladas, es imprescindible que sus responsables cuenten con indicadores válidos, adecuados y confiables, que brinden la información requerida para realizar esta tarea, más allá de la tradicional evaluación electoral llevada a cabo por los sistemas democráticos. Hoy en día, la “revalidación en las urnas” no basta para valorar la eficacia, eficiencia y efectos reales de los programas y de los proyectos contenidos en las políticas públicas.

A su vez, no sólo el ciudadano demanda mayor transparencia en la gestión pública sino que, desde un punto de vista práctico, sin evaluación no hay exigencia de responsabilidades ni puede haber, por tanto, rendición de cuentas. Y sin ésta última, no hay democracia.


Aclaración personal

He elegido cursar este Máster porque me parece de sumo interés profundizar en el correcto diseño de las políticas y de los proyectos públicos para evitar futuros problemas de ejecución, así como para racionalizar el gasto público y realizar una correcta asignación de recursos en las instituciones político-administrativas. A su vez, considero prioritario evaluar la gestión de la actividad pública, a fin de rectificarla, mejorarla y completarla con la participación y la fiscalización de la sociedad civil. 

Además de esta razón para cursar el Máster, la profesionalidad y el buen hacer de todo el equipo humano que integra y colabora en el Área de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Alicante, es otra de las fortalezas que ofrece el estudio. Encabezado por el Catedrático Don José Manuel Canales Aliende, el profesorado del citado Área es inmejorable, nutrido de una destacable experiencia, conocimiento y rigor académico, siempre volcado con los alumnos para que muestren todo su potencial, para animarles y para facilitarles que la preparación del Máster sea compatible con sus obligaciones personales y laborales. 

Os animo a que formalicéis vuestra inscripción en esta acción formativa tan interesante.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Me gustas Democracia... pero estás como ausente

"... lo enterraron muy mal, entreabierta la caja, la muerte lo abrazaba de un modo especial, lo que tampoco es paja". Javier Krahe nos deja el mejor legado, el pensamiento crítico, y desde su obligada ausencia, siempre estará presente.

Esta es una muestra de la gran herencia del maestro: la inteligencia, el rigor y la agudeza de un versado literato con alma musical. 
  



martes, 29 de septiembre de 2015

Participación cualificada del ciudadano en sociedad

La participación ciudadana en la vida pública es una de las formas más sobresalientes que tiene el individuo (ya sea de manera aislada o en colectividad), de generar Democracia, de dar sentido al pacto de convivencia pacífica, de mejorar el Estado de Bienestar. Indicadores tales como los niveles de participación electoral o el grado de asociacionismo en España y en la Unión Europea, reflejan que queda todavía un largo camino por andar, para que se desarrolle plenamiente la acción del ciudadano en sociedad.

En este sentido, conviene destacar que los ciudadanos suelen hacer uso de las formas de acción social más rutinarias, esto es, las fórmulas de participación indirecta que inciden de manera decisiva en la política general y que dan respuesta a lo contenido en el artículo 23 de la Constitución Española de 1978. Son las siguientes: a) el voto; b) el referéndum; y c) la iniciativa legislativa popular. Sin embargo, el abanico de opciones no termina aquí, y en nuestras manos reside mejorar el rendimiento de nuestras instituciones y mejorar la calidad de los servicios públicos.

Sin embargo, es un hecho contrastable que los ciudadanos españoles cada vez encuentran menos motivación para participar en política y que, lejos de ver en ella la respuesta a sus necesidades, la ven como el gran interrogante. La controversia incrementa cuando, además, la sociedad percive que quienes deben velar por el interés general, lo hacen por sus intereses particulares, y que quienes deben generar la solución a sus males, se convierten en parte del problema.  A título de ejemplo, en los últimos barómetros de opinión pública elaborados por el Centro de Investigaciones Sociológicas -en concreto, el de Julio de 2015-, se observa cómo los políticos, la política y los partidos, así como el fraude y la corrupción, son dos de los cuatro problemas principales de los españoles en la actualidad. A la falta de eficacia de los instrumentos de participación indirecta hay que añadir, a su vez, el hecho de que la participación política suele estar fuertemente condicionada por determinados actores sociales, dejando poco margen de maniobra a la acción individual o colectiva que puedan mostrar los ciudadanos. 

Esta crisis de la Democracia representativa abre una ventana a la posibilidad de explorar nuevas vías de Democracia deliberativa e, incluso, a potenciar mecanismos de Democracia directa, en donde la participación ciudadana sin intermediarios, cobre una especial relevancia. Como ejemplo ilustrativo, Jean-Jaques Rousseau, en el Libro I Del Contrato Social o Principios de Derecho Político, sentenció:  "Nacido ciudadano de un Estado libre y miembro del soberano, por débil influencia que pueda tener mi voz en los asuntos públicos, el derecho de votarlos basta para imponerme el deber de instruirme en ellos". 

Una sociedad crítica, madura, informada, consciente, respetuosa y fiscalizadora, requiere de un esfuerzo ciudadano que apueste por el "nosotros", y no sólo por el "yo", que compare las noticias que recibe para llegar a su propia visión de la realidad, que juzgue las acciones de los decisores públicos, que se interese por los servicios que se prestan, en definitiva, una sociedad democrática precisa replantearse continuamente el sentido y la finalidad que cumplen los mecanismos de los que se ha dotado para asegurar su bienestar y su subsistencia.

Debemos tomar parte en Democracia para que esta forma de Gobierno adquiera sentido y, además, debemos estar preparados para ello. Porque el mundo no está acabado; está siendo, y nuestro modo de estar en él es, necesariamente, transformándolo.