Sumak Kawsay es un concepto cuyo origen se remonta a la cultura de los pueblos indígenas latinoamericanos. Con este término, se refieren al "buen vivir", al "buen convivir" de los seres humanos, según la cosmovisión ancestral quichua de la vida. Los aymará denominan a esta visión Suma Qamaña y los guaraníes como Teko Porâ o Teko Kavi. En su significado quichua original, "Sumak" hace referencia a la realización ideal y hermosa del planeta, mientras que "Kawsay" es vida digna, en plenitud. La definición Sumak Kawsay considera a las personas como un elemento de la Pachamama o Madre Tierra, que busca el equilibrio con la naturaleza en la satisfacción de las necesidades humanas, tomando solo lo necesario para desarrollarse, con vocación para perdurar.
Así, la cosmovisión andina que inspira el Sumak Kawsay o Suma Qamaña de la población indígena, incide en esa idea que ha inspirado a los grandes pensadores de la Historia de búsqueda de la felicidad y del bienestar del ciudadano, del Buen Vivir. Con ella, se avanza más allá de las políticas sociales que caracterizan los modelos europeos providenciales y abarcan derechos más amplios que los reconocidos como sociales y económicos en los constitucionalismos de última generación. Sobre todo, por esa afirmación del ser humano en sociedad, en equilibrio con la naturaleza, en plenitud física y espiritual. El propósito que pretende coneguir esta cosmovisión es de tal envergadura y trascendencia para el ciudadano universal, que resulta imposible no sumarse a ella.
Sin embargo, conjungar Buen Vivir, plurianualidad y otras construcciones sociales tan diversas en un mismo entendimiento, no es tarea sencilla. ¿Cómo asegurar la felicidad a comunidades tan heterogéneas donde es difícil definir, no ya los interesas personales de cada cual y el nvel que cada uno considere óptimo para su felicidad, sino también ese bien compartido, común para todos en nuestra vida colectiva? ¿Cómo vertebrar realidades diversas en una unidad ordenadora? ¿Cómo adaptar los modelos de Estado, válidos hasta el momento, para asegurar la convivencia pacífico, cuando emergen identidades diferentes que buscan representación en estructuras sociales poco flexibles y permeables a los hechos diferenciales? ¿Cómo equilibrar unidad y autonomía en modelos plurinacionales? Como señala De Sousa, ¿cómo impedir que en nombre de la unidad se desconozca y desvalorice la plurinacionalidad? En tal sentido, afirma el citado autor que "la plurinacionalidad no es la negación de la nación, sino el reconocimiento de que la nación está inconclusa".
En cualquier sociedad, el cuerpo soberano que simboliza el pueblo diverso, es la fuente que legitima cualquier orden social, cualquier estructura de gobierno. Por eso, las acciones encaminadas a asegurar la convivencia de sus gentes, deben considerar todas y cada una de las posturas que éstas defiendan en democracia, de sus culturas, de sus tradiciones, de sus arraigos. Unión en la diversidad, búsqueda del bien común más allá de los intereses particulares, la felicidad compartida y no excluyente, son los propósitos del Buen Vivir y resulta todo un reto para los gobiernos.
En la actualidad, la aprobación de planes y normas denominadas del "Buen Gobierno" y de la "Buena Administración", pueden ser pasos importantes para construir institucionalmente esta nueva forma de sociedad, esta manera de entender la vida desde lo común y desde lo que nos une y no lo que nos separa. Las organizaciones político-administrativas deben ser un ejemplo para los ciudadanos y debe contribuir a definir y entender la cosmovisión de integridad en la diversidad. Y, del mismo modo, considero muy relevante lo que afirma De Sousa (2010) de que "las relaciones capitalistas globales no deben ser las que determinen la lógica, la dirección y el ritmo del desarrollo nacional".